domingo, 12 de octubre de 2008

SIN PALABRAS

Irónico sería llenar esta hoja con letras. Cinismo que estas letras mudas gritaran. Ilógico que tú las escucharas.
¿Cómo hablar a oídos sordos cuando ni nuestros ojos son capaces de observar?
¿Cuántas veces oímos que vivimos entre basura, que convivimos con ella y que formamos parte de esta misma? ¿Y cuántas veces hemos tratado de darle fin a esa pregunta con una solución?

Porque es muy sencillo llenar esta hoja con letras, leerla y después hacer que forme parte de nuestra misma basura.

Actualmente hemos perdido ese glorioso don supuestamente innato de reflexión, de crítica, de valoración; y nos hemos llenado en una espesa nube de conformismo que no nos deja ver y lo peor de todo: ni siquiera nos deja intentarlo. ¿Y para que intentarlo? Si siempre habrá alguien que nos ahorre el esfuerzo ¿Para qué intentar? Si apretando un botón encontramos confort y comodidad.

Y además de todo la vida se nos ha resuelto, la tan codiciada "vida promedio": nacer, tener una infancia tolerable, terminar una carrera o en el peor de las casos tener un sueldo razonable, tratar de mantener una familia, llega a una vejez tranquila y claro: no hacer preguntas, creerle al de la tele, y morir tranquilamente creyendo que fuimos "alguien" en la vida por llenar las convicciones de una sociedad que, mediante su sistema, ya tiene preparado nuestro futuro.

Puede que esto suene cruel o frío, la intención no es generalizar; pero ¿qué hacer cuando volteas a tu alrededor y no ves más allá que estándares que van desde el precio de un hamburguesa hasta distintos tipos de genocidios que ocurren cada hora frente a nosotros? ¿Por qué creer que el simple hecho de "estudiar" una carrera o tener un buen salario nos hace personas pensantes? ¿A qué temerle: a criticar, a opinar, a cuestionar? De igual forma lo aquí escrito puede ser rechazado o criticado, pero tras esto ya habrá existido una reflexión, un cuestionamiento que esto es lo que al final de cuentas nos hace seres pensativos.

¿Y por qué no hacer esto con lo que nos rodea, con un sistema que gira entorno nuestro? ¿Y por qué no, mejor aún, hacerlo con una solución en nuestras manos, con conclusiones formadas, con propuestas iniciadas?

¿De verdad solo nos limitaremos a llegar a ser "alguien"? ¿Por qué no ir más allá? Y no hablo de cambiar el mundo después de leer esto, pero si cambiar NUESTRO MUNDO, de ejercer nuestro derecho a pensar, de observar nuestro alrededor, de ver más allá de lo establecido, ver más allá del dedo que nos señala algo y en ese proceso redescubrirnos como humanos, como seres expresivos y pensantes.


Claro es una simple opinión que al final de cuentas no contiene palabras, solo lo que se forma con ellas: ideas, ideas propias que quizá sean compartidas o rechazadas; ideas formadas de preguntas que muchas veces no tienen respuesta, pero al fin y al cabo ideas que van más allá de un conjunto de letras, que simplemente terminarán siendo una opinión sin palabras…


MIRIAM

No hay comentarios: